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Homeschooling en Tiempos de Cuarentena

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Imagen por Avril G

La situación que se vive en estos momentos, por el COVID-19, ha impactado las vidas de muchísima gente. Muchos se han visto forzados a implementar un estilo de vida de escuela en casa sin estar preparados para ello. 

Esta falta de preparación no es solo por que algunos no tienen los recursos, sino también por que no se tiene la disciplina necesaria para ello. No es de extrañar esta falta de preparación ya que de un momento a otro las cosas cambiaron drásticamente sin previo aviso.

La cuestión es que se tiene que hacer frente a esta situación de una forma u otra. La pregunta que miles, o millones, se están haciendo en momentos como estos es: ¿como hacer homeschooling cuando no se está preparado? 

Un tiempo de cuarentena puede ser deprimente para muchos o, bajo condiciones adecuadas, puede ser una nueva experiencia de descubrimientos y nuevos puntos de vista en cuanto a trabajo y escuela.

Aquí algunos puntos importantes que pueden ayudar a mantener un buen rumbo en un tiempo tan crítico.

Reglas de Juego Diferentes

Las reglas de juego de escuela en casa son diferentes a la de la escuela regular. Si para la mayoría de los niños el asistir a la escuela es un dolor de cabeza, la escuela en casa no debería serlo. En otras palabras, nuestro esfuerzo principal es facilitar el mejor ambiente, sobre todo emocional, para que sea una experiencia, si no extremadamente divertida, por lo menos lo más agradable posible. Esto abarca el quitar toda presión innecesaria, como las calificaciones, las largas tareas sin sentido, horarios estrictos y de muchas horas, el poco espacio para cometer errores y cosas parecidas. Hay que mantener en mente que el objetivo es un ambiente relajado y de aprendizaje, no de hacerlos sufrir.

Una idea central en este cambio de reglas es que es más importante la relación con nuestros hijos que los logros académicos. Si nuestra relación con nuestros hijos se está desmoronando a causa de lo académico, es indicio de que algo estamos haciendo mal. El que no aprendan al ritmo que los padres esperan no es tan dañino como una relación arruinada. Recordemos que son reglas diferentes y aquí la relación con ellos es mucho más importante.

Para ayudar con el punto anterior, los primeros que tienen que quitarse toda presión innecesaria son los padres. Afortunadamente el concepto de escuela en casa ha ido evolucionando a través de los últimos años, desde ser unos cuantos con ciertas creencias religiosas practicando esta modalidad, hasta ser un gran número de estudiantes desde casa como lo es actualmente. Ahora existen muchos diferentes motivos, no sólo religiosos sino más bien motivos de conveniencia en muchos aspectos, así como por efectividad académica.

Tiempo atrás los padres tenían que tener cierta vocación para la enseñanza, pues ellos tenían que hacer todo y de todo, desde la programación del currículum, pasando por la recopilación de los materiales didácticos, la programación de los horarios, llevar los registros, tener que dar las diferentes clases durante el dia, hasta realizar las evaluaciones finales. Por esa razón, muchos padres no se atrevían a empezar escuela en casa. Ya que, aunque les hubiera podido agradar la idea, significaba para ellos mucho trabajo, habilidad para enseñar y una gran responsabilidad. De hecho solo unos cuantos se atrevían, y por eso eran una minoría.

La llegada del Internet ha marcado una gran diferencia en el modo en que escuela en casa es actualmente implementada. Básicamente ha cambiado la dinámica en la que los padres tenían que hacer todo, y ahora ya no es así. Ahora se puede tener a los maestros y todo lo que se necesite en línea. Hay mucho material, de hecho demasiado, del que se puede echar mano. Si no tenemos vocación para la enseñanza, por lo menos podemos jugar un rol de facilitadores, que consiste en poner al alcance de nuestros hijos los materiales que vamos encontrando. Y esta situación, en particular, provee el tiempo que necesitábamos para buscar lo que más se ajuste a nuestra familia, tanto económicamente como de estilo de aprendizaje de nuestros hijos.