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Los Responsables de la Verdadera Educacion son los Padres

«En educar a tus hijos, gasta la mitad del dinero que gastas normalmente
y pasa el doble de tiempo que pasas normalmente con ellos»

El problema de raíz de toda crisis que aqueja a las sociedades humanas, regularmente son las malas decisiones que hacen los que están en posiciones de poder, decisiones que tienen que ver con valores inadecuados, ya que muchos de estos puestos de responsabilidad están en manos de gente que tuvo educación académica solamente, pero les faltó la verdadera educación.

 

La educación académica no es suficiente en sí misma, esta debe ser puesta sobre una clase de educación que es fundacional, la que solamente pueden dar los padres o tutores que realmente aman a los suyos, traduciendo ese amor no sólo en proveer cosas, sino también en tiempo, sobre todo tiempo. Ese tipo de momentos que realmente dan formación por la compenetración que dan las pláticas y reflexiones profundas.
Aunque pareciera que todos entienden el concepto «tiempo de calidad» por la frecuencia con que se utiliza este término, pocos lo alcanzan a vislumbrar, aunque no tiene nada de misterioso. Simplemente es el tiempo en que se puede impartir consejo, reprensión, limites sanos, visión, inspiración, aliento, proyección, retroalimentación, fomento de habilidades particulares, establecimiento de prioridades de acuerdo a valores verdaderos.

 

De ahí la importancia de este tema, pues sí se suprime este tipo de educación verdadera, es como construir edificios altos pero sin cimientos sólidos en que apoyarse. Educación académica sin educación de los padres, es la receta perfecta para un desastre social, de esa manera sólo se seguirán manteniendo y creando nuevas crisis.
No se debe subestimar el poder de la influencia de los padres, ya que esta es evidente. Es innegable el hecho de que toda persona tiene una huella de parte de los padres para bien o para mal. Un refrán popular dice que la educación se mama con la leche, y realmente así es.
La influencia de los padres es tan fuerte, que es difícil apartarse de esa influencia durante toda la vida. Un proverbio dice: «instruye al niño en su carrera y aún cuando fuere viejo no se apartará de ella».
Por ejemplo, es improbable que un hijo que haya recibido tiempo de calidad de sus padres tome algún camino perverso. Está clase de instrucción se instaura en la misma naturaleza del niño que impide que vea la vida de manera distorsionada.
Lamentablemente también funciona de manera inversa, sí el niño es encaminado por sus padres por una visión imprecisa de la vida, como el egoísmo, la codicia, el racismo, la discriminación, el clasismo, el aprecio por lo vano y temporal, le costara una dosis más fuerte de proactividad poder separarse de ese tipo de concepciones.

 

Mientras se siga creyendo que el gobierno u otras entidades son responsables de la educación de nuestros hijos, no hay esperanza de que terminen las crisis que estamos padeciendo como sociedad. Es de vital importancia que los padres acepten esta ineludible responsabilidad, ya que sí los padres no lo hacen, difícilmente alguien lo hará, amén de que nadie lo puede hacer mejor.
La escuela regular le puede enseñar a nuestros hijos matemáticas, historia, geografía y gramática, pero no puede enseñarles el respeto, la consideración hacía los demás, la honradez, la veracidad, la tolerancia, el servicio, la confiabilidad, la deferencia, la generosidad y demás. La formación de estas cualidades son incumbencia de los padres, sí nuestros hijos carecen de estos rasgos, no se puede culpar a nadie más, ni siquiera a los jóvenes mismos, compete completamente a los padres.

 

Esa tendencia de los padres a desear que los niños se vayan a la escuela para poder tener un tiempo de tranquilidad por que ya no los aguantan, denota una falta de compromiso hacia ese deber de dar formación a esos seres humanos en desarrollo que nos han confiado. Los hijos no son una carga, los hijos no quitan tiempo,  no son un estorbo, y tampoco vinieron al mundo simplemente para que los entretuviéramos con toda clase de cosas superfluas, ni gastemos grandes cantidades de dinero para deshacernos de ellos el maximo tiempo que podamos.

Ellos posiblemente serán lo que los padres consideren que son: Si para los padres son un estorbo, es probable que eso sean para la sociedad; Pero si los padres los valoran tanto como para darles tiempo, entonces eso serán en su vida adulta, personas valiosas.
Muchos padres se sienten incapaces de dar educación a sus hijos, siendo que ellos, aunque no lo sepan, son los indicados y enteramente capaces para poder hacerlo. Cualquier padre o madre que tenga conciencia de que ellos son los primeros responsables de la educación de sus hijos, harán una buena labor no importa cual sea su nivel de preparación académica, ya que no es una cuestión intelectual, sino un asunto del corazón. De hecho en ese terreno, lo harán mejor que cualquier sistema escolar, por que la labor de estos sistemas es impartir educación académica, no la verdadera educación.

La esencia de escuela en casa, es que brinda a los padres la ocasión de tener una fuerte interacción con los hijos, creando la oportunidad perfecta para impartir verdadera educación y que los valores mas sublimes se transfieran de corazón a corazón.