Saltar al contenido

Con deudas y sin perspectivas de empleo

Aunque si hay gente y organizaciones que están viendo la ineficiencia de muchos centros educativos que solo están produciendo graduados profundamente endeudados y sin perspectivas de trabajo, parece que no todos se dan cuenta de ello, incluyendo a miles de estudiantes que tienen un nivel de orgullo alarmante de las instituciones que los han dejado con una deuda inmensa y ademas, mal preparados para el mercado laboral actual.

 

Como en el reporte que hace The Onion satirizando la experiencia actual de un graduado de universidad. En este reporte, un joven de 27 años, ex alumno de una universidad de Miami con licenciatura en comunicaciones y un fuerte aprecio por la institución académica que lo dejo sin una preparación adecuada y una deuda de 50,000 dolares. El reporte detalla como a pesar de su difícil situación, este joven no se arrepiente de su experiencia en la universidad, pues tiene buenos recuerdos de los bares, los deportes, el campus, las chicas ardientes y la proximidad a la playa. Y cuando se enfrenta a las criticas de su alma mater, el joven se convierte en una voz defensiva de la institución que, lamentablemente, no solo no lo habilitó para que ingresase en la fuerza laboral, sino para ninguna otra forma de educación a nivel de postgrado.

 

Al joven ni siquiera le intimidan los pagos mensuales de los prestamos estudiantiles que apenas cubren los intereses de la deuda, deuda que es improbable pague antes de 20 años, por lo que se descarta la posibilidad de que sea dueño de una casa o que se jubile a una edad razonable. “Sinceramente me quedaría con la U que cualquier otra escuela en el país y se la recomiendo a todos. Cualquiera que asista ahí le va a encantar” dice el joven.
El joven, como muchos graduados, no ha podido levantar vuelo en su carrera y esta ahora en casa de sus padres, pero no precisamente por que el así lo desee.
El sigue animando a sus amigos mas jóvenes que vayan a la universidad y expresa la esperanza de que algún día enviará a sus hijos a la escuela, que sin duda calificarán para paquetes de ayuda financiera debido al bajo nivel de ingresos de su padre, así como ahorros virtualmente inexistentes. Por cierto, recientemente el joven ha recibido una llamada de su universidad pidiendo una donación para la escuela.
¿Y quién puede oponerse a que los jóvenes tengan el deseo de ir a la universidad, o que animen a otros a ir a esta..? Solo que cuando los motivos son simplemente tener experiencias inolvidables en los bares, las fiestas, las chicas, el ambiente y la playa, queda lejos la idea de que este tipo de educación servirá para contribuir en los desafíos profesionales del mundo actual.

 

Obviamente el asunto aquí, no es que no se deba ir a la universidad, sino -cuestionar sobre los motivos y aspiraciones que los jóvenes tienen al ingresar a estas casas de estudio, -reflexionar  sobre las expectativas que los padres tienen de sus hijos al estar dispuestos a gastar grandes cantidades al grado de quedar ellos o sus hijos endeudados de por vida, y -analizar la eficacia de las instituciones educativas para proporcionar capacitación que concuerde con los retos y problemáticas actuales del amplio sector productivo entre otros asuntos.

 

Tal parece que tenemos que recapacitar sobre el sentido de la educación superior: ¿Es para probar la clase de experiencias con los amigos que se obtienen ahí?  ¿Es por el prestigio que da un título universitario?
¿O no es más bien que la universidad se necesita para adquirir los conocimientos y desarrollar las aptitudes y destrezas propias de la vocación? Si es eso, entonces hoy existen mucho mas alternativas que hace una década para lograr ese objetivo. De hecho hoy es posible matricularse en cualquier universidad sin siquiera pisar el campus, lo que permite enfocarse en la educación académica sin los distractores de las otras experiencias no precisamente malas, pero si muchas veces contraproducentes. Aun así, con las otras alternativas siempre hay oportunidad de fraternizar, hacer deporte, conocer a otras personas sin que tenga que ser en detrimento de la experiencia educativa de los estudiantes.

 

Que son los cuatro mejores años de la vida de muchos! quizás si, pero ¿cuando la universidad dejó de pertenecer al ámbito de la educación y entró al rubro del entretenimiento? Es un costo muy alto tanto en tiempo, dinero y a veces esfuerzo, salir y encontrarse con una enorme deuda, o con que no hay campo de acción para aquello para lo que se estudió, o que no se está calificado para la actividad profesional que realmente tiene demanda, y todo por haber ido a la universidad solo para tener “un buen tiempo” o “una experiencia inolvidable”.